Érase una vez en virú…

Por: Yuly Gonzales

Esta tarde mientras recolectaba frutas, pensé en contarles una historia que hace poco tiempo ha ocurrido, por más tonta que suene, esto ha sucedido, y ahora quiero probar tu capacidad y saber si logras adivinar el relato que contaré.

En un lugar conocido como el Valle del Virú, donde a los viajeros les da soroche incluso antes de pisar la nieve; se tiene como gobernador a la vicuña con cara de extraviada llamada ‘Martulio’. Querido por algunos y odiado por otros, gozaba de una aparente estabilidad en su gobierno, hasta que un día sucedió algo inesperado.

Valle Virú
Fuente: Pexels

Empezó en la mañana, cuando en la chacra se daba inicio a una Junta de líderes de los ganados, el tema a tratar era la elección del nuevo miembro del comité que se encarga de lograr un consenso cuando la junta y el gobernante ‘Martulio’ llegan a morderse y a escupirse por no estar de acuerdo en algo. Lo curioso es que según las normas del valle, ese miembro “imparcial” es nombrado solo por la junta y por nadie más.

 La discusión era acalorada, porque la mayoría de los líderes, que odiaban a la vicuña, solo por ser vicuña, querían escoger al primo del chivo ‘Cejón’, un burro viejo y senil que solo comía alfalfa todo el día, y así tener a alguien de su lado para escupir al gobernante juntos. Pero, en ese momento, apareció el conejo blanco llamado ‘Solario’, que pese a sus orejas se cree cuy como los que lo acompañaban mandados por Martulio para impedir que el Cejón haga lo que quiera. La sorpresa fue que todas las entradas estaban cercadas con espinas por orden de los secuaces del chivo, uno de ellos era la gallina gorda y antipática ‘Bartola’ que se encontraba cacareando como loca para que no pasen a la chacra.

Así transcurrieron varios minutos, y entre tanto forcejeo, lograron entrar el conejo ‘Solario’ y los cuyes expresando que era el derecho que le otorgaba las normas del valle por ser “pata” derecha del gobernante. El chivo Cejón le negó el uso de la palabra dentro de la chacra pese a que las normas lo establecían (como era bastante pequeño ni caso le hacían al pobre conejo), sin embargo, el líder de las llamas, el blanquiñoso Gilo, le brinda su sitio para que pueda expresarse. 

Así que ‘Solario’ en ese momento avisa que el Martulio ordena que no se tomen decisiones sin que él esté presente (las normas dicen que si el jefe pide esto, todos están obligados a obedecer), luego se retiró de la chacra. Poco o nada les importó a los participantes de la junta, ya que igual nombraron al primo del Cejón como miembro y, después de haberlo hecho, recién dejaron de tomar decisiones (muy vivos esos “líderes”).

Los pocos que estaban en contra del chivo, iniciaron un pleito cantando “¡DISOLVER! ¡DISOLVER!” y tocando su pincullo. Pero no tenían idea de lo que pasaría horas más tarde; el gobernante, el todopoderoso, la vicuña ‘Martulio’, luego de enterarse todo lo que pasó se pronunció y se manifestó diciendo: “destierro a todos los traidores por no obedecerme, hago un llamado a todos los pueblos para que se unan a esta manada y escojamos a nuevos líderes”.

Vicuña Martulio
Fuente: Andina

Los líderes de los ganados se reunieron nuevamente, donde acordaron destituir del cargo a la vicuña, y dijeron que “estaba loco por querer desterrarlos del valle, ellos fueron escogidos por ganados y esto atenta contra la democracia de los andes” y empezaron con los preparativos de poner al trono a la carpincha elegante llamada ‘Mechas’ que siempre se rascaba el lomo pero nadie imaginaba que eran por piojos.

Luego de la ceremonia, se les veía muy entusiasmados a esos líderes, como cuando Perú pensaba que le ganaría a Dinamarca en el mundial; pero, como todos ya saben, no fue así. Aquellos que supuestamente escogieron a esos animales como líderes de manada, minutos más tarde, estaban detrás de ‘Martulio’ diciéndoles: “lárguense traidores”. Los animales empezaron a llorar y escupir, pero fue mucha la cantidad de “pollos” y “pavos” que recibieron de parte de TODOS, quienes terminaron mojados, babosos y tristes.

Como era de esperarse horas más tarde la carpincha ‘Mechas’ se hizo presente y dijo que sentía mucho el error que había cometido, y que fue obligada y manipulada para cometerlo. Martulio la perdonó, pero como cuando tu mamá te dice entra no te voy a pegar y te termina agarrando a “sandaliazos”, la Mechas recibió también sus respectivos salivazos.

¿Parece una cuentito tonto verdad? ¿A qué mente tan infantil e inocente se le ha ocurrido? ¿Quién es tan bobo como para escribir el guión de tan estúpido cuento? Pues los zonzos creadores de esta historia somos todos nosotros, porque dejamos que chivos, burros, gallinas y carpinchos nos gobiernen.

¿Quieren saber qué pasó en Virú después de botar a esos animales?... adivinen a quiénes escogieron por segunda vez las manadas... adivinen cómo terminó la vicuña...


8 comentarios:

  1. Es un paradigma, en la que estamos acostumbrados de elegir siempre al menos peor, muy interesante el escrito.

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  2. Muy novedoso el relato, bonita forma de explicar una realidad muy marcada entre nosotros.

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  3. Un relato que expresa nuestra realidad política y social. Fue un gusto leerlo, espero que llegue a causar reflexión en quienes también lo lean

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  4. Excelente relato, nos dice una verdad de una manera mut sutil. ¡me encantó!

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  5. Me encanto este relato, ya que muestra la realidad que muchos no se dan cuenta.

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  6. Es una muy buena historia, da mucho que opinar y pensar. Excelente trabajo para la autora.

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