“SELFIE PERÚ”
Por: Saida Lisbeth Inga
“Tiempos de infortunio para el Perú, donde el saber mirarse con estilo se convirtió un estereotipo banal”.
En un sueño, era Narciso; con los labios irritados y los pies desorientados no sabiendo a donde ir, refugiado en la soledad y en la satírica crueldad del enemigo fantasmal, con los ojos vendados resignado en el lecho del dolor contemplaba su belleza haciéndose selfies de amor, no encontraba la mejor pose, un buen ángulo, la adecuada composición, pero sin embargo su ansiada ilusión era más fuerte que la yuxtaposición. Se quitó las vendas, se enamoró de su propia imagen reflejado en el lago, era una contemplación absorta incapaz de separarse… ¿Cuántos selfies narcisos habrá en el mundo?
El selfie casi siempre muestra vanidad, pero... a veces la foto muestra lo que no gusta y este es el caso en el selfie del Perú; un panorama que refleja informalidad, ignorancia, burocracia, corrupción y sobre todo la desigualdad, la desgracia real de un entorno que añora el apoyo de quiénes nos tienen en el rincón del olvido.
Lo irónico de aquello que queríamos alcanzar se está cumpliendo pues estamos en la cima, pero en la cima de los fracasados debido a este fantasma que recorre el mundo, que quema, que mata, con sus cifras desorbitadas, cifra que según el INEI sería la más alta en al menos tres décadas. Nos quejamos de todo, pero ¿Qué hacemos ante ello?; como es de costumbre el peruano se esconde bajo las faldas de un gobierno que aduce su fracaso, no habiendo de por medio productividad y competitividad que justifique ello.
Según la economista Claudia Cooper: “Han sido múltiples los esfuerzos para mejorar el marco normativo, pero estos son derrotados por la discrecionalidad y la arbitrariedad de las personas en gestión”, entonces se podría concluir que la informalidad se debe más a este crucigrama de la cultura que a las normas; legislar es fácil, pero ¿Cómo se cambia la cultura?, sería más fácil si el funcionario público fuera una especie humana separada, pero las autoridades son un vivo retrato de la sociedad.
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Fuente: Pexels |
Otra justificación para el nivel tan alto de informalidad es tal epopeya de diversidad de la economía peruana, que ha sido reconocida en la multiplicidad de regímenes especiales y de excepción, aunque poco o nada aportan a la formalización con casi nulo éxito frente a la minería informal llevado al absurdo, ¿Qué sentido tiene calificar de informal a la abuela sentada en la vereda de un minúsculo pueblo del interior con una canasta de manzanas?; sin duda alguna es ridículo y claramente se refleja el avance que los medios, los políticos ahora se ocupan a diario de la economía, pero el costo ha sido una pérdida de precisión en el lenguaje.
Si bien es cierto, este árbol social de origen antaño, muestra una raíz profunda, con una corteza provecta que refleja a este déficit nacional e internacional como un tema fósil y transversal que da como respuesta a generaciones informales. Pero partamos por un cambio cultural, por un pensamiento lógico-formal, ya que el término de “informalidad”, se ha vuelto un cajón de sastre para referirse a lo no registrado, lo ilegal, lo pequeño, la actividad empresarial de baja productividad y el trabajo que no conlleva a una protección social.
Entonces es así que como Narciso nos quedamos enamorados ante una realidad absorta pero cuando intentamos abrazarnos nos ahogamos porque nos damos cuenta que nuestra belleza no existe, que tan solo es un reflejo de algo que queremos ver; es por ello que, si queremos formalizar al país, empecemos por formalizar el lenguaje, con una definición precisa y clara de la palabra “informal” y lograr así ilustrar en las futuras concepciones un verdadero selfie con estilo.
Muy buen artículo, un video bien explicado que nos muestra que el comercio ambulatorio viene incluso desde la época andina. Si bien la problemática del desorden e informalidad se da por distintas situaciones que bueno que expliquen una de las causas comunes.
ResponderBorrarUna buena forma de expresar como los negocios informales suelen ser permitidos en ámbitos que solo enriquecen a las grandes empresas
ResponderBorrarQue enriquecedor artículo, la manera en poder reflejar por medio de las selfies la informalidad ambulatoria. Es la realidad actual de nuestro país y más aun por la situación que atravesamos, aún estamos a tiempo.
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