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 Estamos siendo presa de la desinformación 

Por: Xiarim Hung Proleón

¿Sociedades secretas dan muestras de su poder sobre el mundo a través de la prensa o son simples mentiras conspiranoicas?

Fuente: Foreignpolicy

Este año nos ha sorprendido, sin duda alguna, nos ha caído como un baldazo de agua fría y peor aún nos hemos enfermado, pero los baldazos de agua fría no son del todo malos, te hacen despertar, abrir los ojos y en este caso lo que vimos no nos gustó para nada, hemos visto nuestras falencias como sociedad, en nuestro país un sistema de salud deficiente una lenta respuesta a los problemas digno de un buen juego de licuadora malograda, una sociedad indolente ante los problemas, necesidades y reclamos de auxilio de aquellos que lo necesitan. 

Este año nos hizo ver como un ente tan minúsculo, tan insignificante puede poner en jaque al ser más inteligente y evolucionado de este planeta y a sus más admirables creaciones, un virus se corona como rey del mundo guillotinando al hombre que solo puede esconderse para sobrevivir.

Pero, que interesante ha sido este año, aun mas cuando de la manera menos pensada se nos hizo un spoiler, aunque a la mayor parte de la sociedad esto no les guste y aunque haya pasado totalmente desapercibido, sí, esto fue de alguna manera vaticinado, y no, no estoy hablando de algún Nostradamus del nuevo siglo con títulos que lo califiquen para decirnos lo que sucederá basándose en un sueño, no, porque de esos ya conocemos muchos que nos prometen cada año un asteroide, un terremoto y un tsunami que nunca llegan y aún así es tan admirable su persistencia que cada año lo vuelven a intentar y digno de un verdadero político peruano, nos vuelven a fallar, aunque en este caso es un alivio que lo hagan. Tampoco me refiero a la otra cara de la moneda, la más creíble fuente, esa que siempre nos advierte, con fechas y todo y no nos ha fallado, la ciencia. No, esta vez me refiero a una revista, un semanario. 

Este año, previo a un virulento jaque mate, la población mundial se disponía a recibir con bombos y platillos una nueva década, símbolo de cambios que parecían ser para bien. Sin embargo una vez más no fue lo que pensábamos, llego este virus y todas las miradas se posaron en la portada de una revista que desde hace más de un año parecía habernos advertido lo que pasaría, mensajes subliminales cuidadosamente colocados en lo que parece ser una tabla optométrica gritándonos irónicamente “Abran los ojos”, nos advertía sobre una inminente catástrofe, un año negativo para la economía y quizás hasta un virus,  todo estaba listo, el nuevo orden mundial se estaba instaurando y nos lo habían advertido, el Plandemic había iniciado, las elites brindaban con la cura y el ojo que todo lo ve se alzaba sobre nuestras cabezas.

Fuente: Pinterest

Cual si se tratara de una burla triunfal, eran nuestros propios asesinos quienes nos confirmaban y nos contaban paso a paso el plan maestro, Los Agnelli, los Rothschild, dos familias vinculadas no solamente por el dinero y su alto rango social, sino también por ser prácticamente los dueños de The Economist, y por lo tanto nuestros jueces y verdugos, quienes por si no teníamos suficiente, ahora nos vendían la historia más fatídica para mitigar nuestros males “Íbamos a morir sin importar que”. 

Pero esto no puede estar más alejado de la verdad, solo bastaba leer la descripción de aquella edición para enterarse porque esos nombres estaban allí y que no todo lo que brilla es oro, en este caso tomando a la revista como la evidencia perfecta de los actos genocidas de las elites sobre el mundo. ¿Evidencia algo? SÍ, evidencia el aprovechamiento de muchos para causar más pánico, ¡Que cunda el pánico, la caja de pandora ha sido abierta!

Han pasado los meses y seguimos encerrados, aun así muchas predicciones han sido refutadas, el mundo no descanso 40 días, ya pasó el 05 de septiembre y el virus sigue con nosotros, The Economist no evidenció el nuevo orden mundial, a pesar de que esta revista y sus publicaciones siempre dan de que hablar, además de la portada de hace un año, tenemos también a la edición de diciembre de 2018 y el pasado 27 de junio esta revista lanzo una portada igual de llamativa, ¿Nuevas predicciones? Citare el título de dicha edición a modo de pregunta para que tú, lector, la respondas.

¿Cuál será la siguiente catástrofe y como sobrevivirla?

La revista nos da muchas opciones y sí que da de que hablar en esta edición “Extra extra The Economist nos revela los planes de las elites” “Extra extra se avecina algo peor”

Si señores, se avecina algo peor eso no hay que dudarlo, pero no se necesita ser un vidente para saberlo, ni tampoco que existan grandes elites genocidas para llevar a cabo un plan maestro que pueda erradicar a la raza humana, nosotros no somos inmortales, nuestras acciones determinan nuestro futuro, los problemas que estamos pasando ahora son algo que ya veíamos venir, no es información nueva y The Economist si acertó pero lean los artículos y verán que esas “predicciones” son basadas en años de estudios de situaciones que dieron lugar a lo impreso en esas páginas.

Ya lo decía Albert Einstein “El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento, no se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar”.